Cómo elegir almohada
Como expertos en la marca Flex en Bilbao queremos dedicar este nuevo post a una compañera inseparable en muchos casos del colchón: la almohada. Decimos en muchos casos porque hay personas que prefieren dormir sin ella. En caso de usarla, ¿cómo elegir la más indicada? Lo vemos en las siguientes líneas.
Lo primero que tenemos que tener claro es que una buena almohada, adaptada a las necesidades de descanso de cada uno, va a contribuir a una correcta alineación de la columna y prevendrá dolores de cuello y de espalda.
Sobre todo las personas que duermen de lado y boca arriba, necesitan rellenar el hueco que se forma entre la superficie del colchón y la cabeza. De este modo se evitan lesiones de cuello y se consigue mayor relajación de la presión en la zona de los hombros.
Para lograr la máxima calidad de descanso y el mejor confort hacen falta colchones Flex en Bilbao con las mejores prestaciones. Modelos que se adapten a tus necesidades sumados a una almohada que ayude a maximizar los beneficios del colchón de Miluna.
Pensar en la postura
Para elegir la almohada pensaremos en la postura que adoptamos para dormir. También en la firmeza del colchón (suave, medio o duro).
Si buscas una almohada de calidad además de comprar un colchón Flex, acostumbras a dormir de lado y la firmeza es suave deberás elegir una almohada muy suave y baja. Que sea ante todo transpirable y dé soporte al cuello. Se trata de conseguir el mejor alineamiento para la columna. Si el colchón es poco adaptable, la recomendación será similar en cuanto a altura y firmeza. Será mejor una almohada de visco o de látex bajita. En cambio, si el colchón es de firmeza media o media-alta, hará falta elegir una almohada de firmeza y de altura media. Si el colchón es de firmeza alta y poco adaptable, la almohada deberá ser alta y firme. El grosor perfecto es la distancia de la base del cuello al extremo del hombro. El objetivo es que el cuello quede alineado con el resto de la espalda. Por eso es preferible que la firmeza sea alta.